martes, 14 de septiembre de 2021

TALLER 2. RELIGION. SEPTIMO. TERCER TRIMESTRE.

 

 COLEGIO TECNICO BENJAMIN HERRERA I.E.D

JORNADA TARDE

AREA: RELIGION        CURSOS: 701-702-703-704

DOCENTE: SONIA PAREDES        PERIODO: TRIMESTRE             AÑO: 2021

 

IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA

 

La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una denominación cristiana protestante, distinguida por su observancia del sábado como día de reposo y por su énfasis en la creencia de una inminente segunda venida de Jesucristo.

La denominación surgió del movimiento Millerista en Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y fue establecida formalmente en 1863. Entre sus fundadores destaca Ellen G. White, cuyos extensos escritos continúan siendo altamente valorados por la Iglesia.

 

Gran parte de la teología adventista corresponde a enseñanzas protestantes comunes, como la autoridad infalible de las Sagradas Escrituras, la Trinidad y la salvación por gracia. Sin embargo, presentan importantes creencias distintivas, como el estado inconsciente de los muertos, el juicio investigador y la observancia del sábado como día de reposo. La iglesia es conocida por su énfasis en la salud y la alimentación -promoviendo activamente el vegetarianismo-, la educación, la protección de la libertad religiosa, y sus principios y estilos de vida conservadores.

 

La iglesia mundial se rige de una manera democrática; esto significa que sus miembros escogen delegados cada cinco años para la elección de nuevos líderes, forman la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, con regiones más pequeñas administradas por divisiones, uniones, misiones/asociaciones y distritos. Actualmente cuenta con más de 20 millones de miembros, tiene una presencia misionera en más de 200 países y territorios y se diversifica étnica y culturalmente. La iglesia  administra numerosas escuelas, universidades, hospitales, clínicas, institutos y casas editoriales en todo el mundo, así como una destacada organización humanitaria conocida como ADRA, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

 

Historia

 

El surgimiento del adventismo se enmarca dentro del Segundo Gran Despertar religioso, ocurrido durante la primera mitad del siglo XXI. La inestabilidad político-social  - provocada por las Guerras Napoleónicas – suscitó reavivamiento en el estudio de las profecías bíblicas por parte de  un grupo interdenominacional. Uno de los creyentes más entusiastas fue William Miller, un granjero bautista de Nueva York, quién  en 1818, tras dos años de intenso estudio de  las profecías bíblicas, llegó a la conclusión basándose en textos como Daniel 8, y aplicando el principio día por año – que Jesucristo volvería a la tierra alrededor del año 1843.

 

En 1831, Miller comenzó a propagar sus ideas, dando inicio a un movimiento que atrajo a unas cincuenta mil personas de distintas confesiones religiosas, muchos de los cuales fueron expulsados de sus iglesias de origen al adherirse al Millerismo. Las ideas de Miller fueron difundidas por  Josua V. Himes. Junto a Himes y otros líderes, Miller fijó definitivamente la fecha del regreso de Cristo para el 22 de octubre de 1844. Cuando esto no ocurrió, la mayoría de sus seguidores abandonaron el movimiento, retornando a sus iglesias de origen.

 

Un grupo minoritario continuó estudiando los textos bíblicos, intentando encontrar una respuesta a la fallida predicción. Algunos llegaron a la conclusión que los cálculos de Miller eran correctos, pero había errado en la interpretación de la <<purificación del santuario>> mencionada en Daniel 8,14. Ellos consideraron que el texto se refería a la <<purificación del santuario celestial>> y no a la segunda venida de Cristo, acontecimiento que continuaron considerando inminente, pero evitando en lo sucesivo señalar una fecha concreta. Dentro de este grupo destacaban Hiram Edson, impulsor de la doctrina del santuario celestial; Joseph Bates, marino jubilado que había invertido toda su fortuna en la propagación del mensaje millerita; James White y Ellen Harmon, quienes contrajeron matrimonio en 1846. Bates se convirtió en el principal defensor de la observancia del sábado como  día de reposo, creencia adoptada de los Bautistas del Séptimo Día, y pronto aceptada por los líderes del movimiento adventista.

 

Inicialmente, los adherentes del millerismo no tenían la intención de formar una nueva iglesia, pero tras el gran chasco se vieron en la necesidad de contar con una institución  que coordinara la difusión de sus creencias. En 1853 – como primer paso hacia una organización formal- se inició la entrega de credenciales pastorales, y en 1860 los creyentes acordaron la creación de una entidad que pudiera ser legalmente propietaria de las casas de culto y de una imprenta adquirida en 1855, que hasta ese momento se encontraban a nombre de James White.

 

En la asamblea, celebrada en Battle Creek, Míchigan, escogieron ser conocidos como adventistas del séptimo día.

 

La organización oficial de la iglesia se realizó el 21 de mayo de 1863, al constituirse la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, que contaba inicialmente con 3.500 miembros, distribuidos en 125 iglesias que eran dirigidas por 30  pastores. Como presidente de la iglesia fue elegido  en forma unánime James White, quien declinó el cargo, el cual fue ocupado finalmente por John Byington.

 

Consolidación y crecimiento

 

A partir de 1870, la iglesia se volvió hacia el trabajo misionero, triplicando sus membresía a 16.000 en 1880 y estableciendo presencia más allá de los Estados Unidos a finales del siglo XIX. El rápido crecimiento continuo, llegando  a 75.000 miembros en 1901. En ese tiempo, la denominación operaba dos colegios, una escuela de medicina, una docena de academia,  27 hospitales y 13 casas publicadoras. En 1945, la iglesia reportaba 210.000 miembros en los Estados Unidos y Canadá, y 360.000 en el extranjero; contaba con un presupuesto de $USD 29 millones y la cantidad de alumnos en sus instituciones educativas llegaba a 140.000.

 

Por un gran parte del siglo XIX, la iglesia luchó a medida que se formaban sus creencias y doctrinas fundamentales, especialmente por un número de teólogos que apoyaban la doctrina del arrianismo (aunque Ellen White estaba en contra de ella). Esto, junto a otras posturas teológicas de la iglesia, llevó al consenso entre grupos Protestantes conservadores de calificarla como una secta. Sin embargo, la iglesia Adventista adoptó su postura oficial respecto a la Santísima Trinidad a comienzos del siglo XX y comenzó a dialogar con otros grupos protestantes hacia la mitad del siglo XX, ganando poco a poco reconocimiento como iglesia  protestante.

 

Organización

 

La Iglesia Adventista del Séptimo Día está organizada con una estructura jerárquica bien definida, que concede poderes y responsabilidades a representantes y oficiales. Seis niveles definen la estructura de la Iglesia, desde el creyente individual hasta la organización mundial.

 

La iglesia local está compuesta de creyentes individuales.

 

El distrito está compuesto por una o varias iglesias o filiales que son dirigidas por un pastor.

 

El campo o misión/asociación, se compone de varios distritos en un territorio definido que puede abarcar toda una región o parte de ella.

 

La unión se compone de campos y misiones /asociaciones dentro de un territorio  mayor (frecuentemente un grupo de regiones o un país entero).

 

La División se compone de las uniones, abarca un determinado número de países. Cabe resaltar que la Iglesia Adventista no considera las divisiones como un nivel de la organización ya que son una representación de la Asociación General en un determinado territorio.

 

La Asociación General, es la unidad  más extensa de la organización, se compone de todas las Divisiones de todas partes del mundo. Estas Uniones están agrupadas en divisiones de la asociación general, con responsabilidad administrativa para áreas geográficas particulares, que abarcan normalmente continentes enteros o gran parte de ellos.

 

 

Actividad

 

1)      En la sopa de letras encontramos 15 palabras que están en la lectura, encuéntrelas y resáltalas.

2)      Escribe en el cuaderno la frase completa de la lectura donde aparece la palabra que encontraste en la sopa de letras.

3)      Subraya la palabra encontrada en cada una de las frases que escribiste en el cuaderno.

 



 

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